Cuando era un niño fui muy afortunado de crecer sin TV en casa. Así los libros y revistas llegaron a ser mi ventana al mundo.
Desde aquellos tiempos me apasionan las historias, que ahora no solo disfruto leer, sino también escribir.
Cuando era un niño fui muy afortunado de crecer sin TV en casa. Así los libros y revistas llegaron a ser mi ventana al mundo.
Desde aquellos tiempos me apasionan las historias, que ahora no solo disfruto leer, sino también escribir.